¿Por qué es importante el Día del Padre en República Dominicana?

El Día del Padre en República Dominicana es una de las fechas más señaladas del calendario. El tercer domingo de julio de cada año, las familias se reúnen y celebran juntas una jornada dedicada a honrar y expresar la gratitud de los hijos a sus padres.
Se trata de una celebración muy querida por los dominicanos que, a diferencia de otros lugares en los que este día pasa más desapercibido e incluso ha dejado de ser festivo, siguen mostrando su respeto y cariño por la figura paterna mediante celebraciones y actividades especiales.
Aprovechamos esta fecha para explicar el origen de esta festividad, cuáles son las tradiciones y costumbres propias de este día y reflexionar sobre el papel de los padres en la sociedad dominicana.
El Día del Padre en República Dominicana se celebra cada año el tercer domingo del mes de julio. Es una jornada de homenaje a la figura paterna y su reconocimiento en el seno de la unidad familiar.
En este día tan especial, los hijos demuestran su amor y gratitud a los padres y se refuerzan aún más los vínculos emocionales y afectivos que les unen. Las formas de celebrarlo varían de unas familias a otras, según las propias tradiciones y costumbres, aunque suele ser comunes las reuniones familiares y la entrega de algún presente.
La importancia y significado de este homenaje es dar aprecio al rol del padre en la crianza de los hijos, asumiendo de buen grado y para toda la vida los desafíos y responsabilidades que se enfrentan al educar y transmitir los valores éticos y morales que les hacen crecer e integrarse en el mundo como personas íntegras y de provecho.
Los orígenes y evolución del Día del Padre y su celebración en República Dominicana se fundamentan en el Día de San José. Esta festividad religiosa de tradición cristiana, que honra al padre de Jesús en la tierra, se fue vinculando con la figura paterna y se convirtió en el Día del Padre, una jornada para homenajear y agradecer a todos los padres.
El Día del Padre es una festividad que traspasa fronteras y se celebra en toda América Latina y en muchos otros países del mundo, pues la idea de honrar a los padres es común en la mayoría de culturas. En República Dominicana esta conmemoración procede de la influencia internacional desde Estados Unidos, donde encontramos la cuna de la celebración moderna.
La historia es simple: en 1910, la estadounidense Sonora Smart Dodd propuso celebrar el Día del Padre, pues quería rendir homenaje a su progenitor, Henry Jackson Smart, un veterano de guerra que asumió la crianza de sus seis hijos tras el fallecimiento de su mujer. El día escogido fue el 19 de junio, el día del cumpleaños del Señor Smart. La idea fue ganando adeptos y en 1966 se reconoció oficialmente.
En República Dominicana, el Día del Padre se celebra el tercer domingo de julio. Antiguamente, se celebraba en junio, justo un mes después del Día de la Madre, con lo que el gasto de ambas celebraciones suponía un esfuerzo económico en un plazo muy corto de tiempo entre ambas festividades. En 1969, se cambió la disposición mediante la Ley 443, ante la recomendación de los comerciantes que fue bien acogida por el presidente del país, Joaquín Balaguer.
A lo largo de los años, la celebración del Día del Padre en la República Dominicana, ha mantenido su importancia, siendo una de las más grandes festividades del calendario.