La cuarta candidatura de Leonel ha sido una carrera de vencer obstáculos
La cuarta candidatura de Leonel ha sido una carrera de vencer obstáculos
El candidato de la Fuerza del Pueblo ha enfrentado ataques para “aniquilarlo”, hasta provocar su salida del PLD
La cuarta candidatura presidencial de Leonel Fernández, el político más influyente del país en lo que va del siglo XXI, podría definirse como una carrera de obstáculos al estilo de los 400 metros con vallas que en el país solo ha ganado Félix Sánchez. Desde que dejó el poder en el 2012, Fernández ha pasado literalmente el “Niágara en bicicleta” por las piedras que le ha colocado en el camino su antiguo compañero y hoy principal adversario, el presidente Danilo Medina, quien ha utilizado todo el peso del poder para anularlo del escenario político.
En casi ocho años, los obstáculos en su camino al Palacio Nacional iniciaron con una campaña para aniquilarlo moralmente, continuaron con la reforma para la reelección de Danilo Medina en el 2015, la ley de partidos y las primarias abiertas y simultáneas, intento de nueva reforma constitucional para habilitar al Presidente, las primarias del PLD, renuncia y creación de un nuevo partido, enfrentamiento con la Junta Central Electoral (JCE) hasta tener en contra su propia esposa, Margarita Cedeño, que prefirió ir en la boleta de los principales enemigos políticos de su esposo. Y no se olvide los intentos por anular su candidatura presidencial por el supuesto de que la ley de partidos se lo impedía.
Sin embargo, lo que ocurrirá con la candidatura presidencial de Fernández quedará definido en las elecciones del 5 de julio, pues hasta ahora su apuesta es por clasificar para la segunda vuelta, y en esa batalla de votos tendrá que enfrentar de nuevo el peso del Estado que acompaña a Gonzalo Castillo, candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) con el apoyo pleno del presidente de la República.
Fernández afirma que si pasa a la segunda posición ganaría la presidencia bajo la premisa de que unificará el voto peledeísta, lo que no ocurriría si es Castillo el que clasifica, pues se da por hecho que el partido de Fernández no apoyará al PLD. Ayer, Rafael Alburquerque, alto dirigente de la Fuerza del Pueblo, sostuvo que si Fernández pasa a la segunda ronda de votaciones no harían alianza con “la cúpula palaciega”.
La fórmula que Fernández ofrece a las bases del PLD para seguir en el poder parece que podría tener más éxito que un triunfo de Castillo, pero si el expresidente no logra convencer a las bases moradas y al electorado en general durante las cinco semanas que faltan para las votaciones, la razón de su teoría podría confirmarse tarde, como ocurrió con el voto automatizado y la inconstitucionalidad de la Ley de Partidos.