Los turoperadores y agentes de viajes tienen grandes retos para levantar el sector después del cierre de las fronteras en los diferentes destinos productos del COVID-19.
Elizabeth Tovar, presidenta de la Asociación Dominicana de Operadores de Turismo Receptivos (Opetur), dijo que el coronavirus ha impactado de manera importante al sector porque no ha permitido la movilización de turistas y esto se traduce en bajos ingresos para ellos como empresas intermediarias de turismo.
“Nos planteamos varios retos para abrir: con qué personal vamos a contar porque muchísimas agencias, turoperadores han dejado de operar por no tener ingresos de ninguna manera y tener costos de nóminas y costos operacionales; segundo, si vamos a operar con quién vamos a contar para facturar, vamos a tener turistas de inmediato o vamos a tener que espera otro tiempo mayor para poder recibir turistas”, expresó Tovar.
Indicó, además, que entre los otros retos que hay es regularizar el turismo nacional porque el país coge el riesgo de perder su liderazgo a nivel internacional.
“Habíamos operado hasta ahora cómodamente porque había mucho turismo y los ilegales operaban a la par con nosotros, pero ya eso no lo vamos a poder hacer porque ahora estamos compitiendo aún más. Y si no competimos con profesionales entrenados y que garanticen el turismo, nosotros vamos a perder nuestro liderazgo en nuestro turismo internacional”, expresó.