Cómo construir tu reputación apoyado de los medios digitales

Conoce las claves para presentar con éxito tu imagen corporativa en las plataformas digitales.

En la sociedad actual, donde los individuos producen y acceden a contenidos de manera inmediata, las compañías y sus ejecutivos están más expuestos a críticas y valoraciones por su manera de actuar.

Esto me puso a pensar en una sesión de fotos de una amiga a quien he estado acompañando y asesorando en construir su imagen de empresaria ejecutiva, en la que ella y todo su equipo decían: “debemos hacer un video del detrás de cámaras para colocarlo en el perfil de Instagram”.

En este debate de ideas se me ocurre preguntar: ¿Pero, es para publicarlo en la cuenta personal, cierto? Y me contesta: “No, en el corporativo de mi empresa, que la gente vea como soy yo con todo y mi desorden mientras me maquillo y arreglo para las fotos”. Como ustedes sabrán, me negué.

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Ante mi negación una joven presente me dijo: querida, debes dejarte aconsejar, eso es la tendencia; con eso vende ella, te vendes tú y vendes el trabajo de los que estamos aquí. ¡Más sorpresivo para mí escuchar esa posición!

“Estamos tan centrados en que esto es lo que conecta y les gusta a las personas que olvidamos muchas veces la verdadera esencia de nuestras marcas”, al César lo de César y a Dios lo de Dios.

La idea no es que ella se venda como alguien que sigue tendencias chulas de redes sociales, y menos que las redes de su empresa promuevan otros servicios que terceros le ofrecen a ella, ya en sus redes personales otro es el cuento.

Estamos hablando de una consultora empresarial en 360 grados (Finanzas, legal, RRHH, entre otros), y sus redes empresariales deben exponer su perfil profesional divorciado del de su vida personal. Al menos hasta cierto punto.

¿Y qué tiene esto que ver con lo que dijo Carlos Llano?

Repito: en la sociedad actual donde los individuos producen y acceden a contenidos de manera inmediata, las compañías y sus ejecutivos están más expuestos a críticas y valoraciones por su manera de actuar.

¡Y no! no está mal ir a la par con las tendencias.

De hecho, hasta hace unos años no se hablaba de reputación como un elemento importante en la comunicación corporativa.

Fue precisamente la ola de crecimiento de la sobre información y el rápido acceso a esta lo que volteó a las empresas a tomar precauciones y medidas preventivas adecuadas para poder preservar y demostrar a sus públicos externos la confianza y solidez de sus marcas.

Y como decía Carlos Llano, la reputación se construye en silencio. Yo a eso agregaría que se construye poco a poco, día a día y con pequeñísimos detalles que tomar en cuenta que por sencillos que parezcan pueden generar más rechazo social que aceptación.

Así como es de importante poner el nombre correcto a una empresa o emprendimiento que será determinante en el tipo y nivel de clientes que consumirán tu producto, lo es saber qué contenido colocas y viralizas a través de sus cuentas.

Cómo construir tu reputación

De repente las mismas precauciones que se empezaron a tener para cuidar una reputación cuando creció la tecnología de la información, empezó a descender cuando se acrecentaron las nuevas formas de convertirse en tendencia. Herramientas que son buenísimas, pero que hay que saber usar de la manera correcta.

Creo que es una gran oportunidad para los directivos de comunicación, asesores y gestores de la imagen corporativa de empresas y ejecutivos, el poder tomarnos con calma las decisiones y estrategias a trazar para mantenerlos constantemente posicionados, respaldados y cercanos, pero sobre todo con un gran enfoque preventivo.

Si vamos a usar las herramientas de tendencia para cuentas empresariales o de imagen profesional tales como videos, reels, tik toks, publicaciones compartidos, entre otras), vamos a alinear las mismas a la estrategia general de comunicación, con un buen mensaje definido, cuidando de no caer en la generalidad y hasta cierto punto en lo demasiado informal.

No tienes que cambiar la identidad de las personas o la marca, solo necesitas identificar escenarios de oportunidades afines con su naturaleza, y corregir algunos vicios de fábrica que en ese momento de su trayectoria ya no deban formar parte. No es cambiar la esencia, es mejorar el producto.

Tendencia

Hablar hoy en día de comunicación corporativa sin hablar de reputación es trasladarnos a más de una década en el tiempo, cuando en la actualidad se trata de colocar todas las piezas del rompecabezas que conforman un sistema efectivo y eficiente para el manejo de imagen y posicionamiento de las empresas.

En un artículo pasado cité la siguiente frase propia: “una reputación sin aspectos demostrables de credibilidad es un empaque inservible relleno de promesas”, y es que hoy no es posible hablar de confianza sin una buena reputación validada y respaldada por todos los públicos objetivos, o en su mayoría.

A medida que las personas y las empresas, corren detrás de tendencias digitales o de redes sociales en la búsqueda de construcción de una imagen que agrade y conecte con un público, muchas veces falsa, y otras simplemente no adecuadas para lo que quieren proyectar, se genera una serie de impresiones sobre la marca por el público objetivo que la consume.

Y es aquí donde entra en juego desde el lenguaje corporal que, como ejecutivo muestras en cada escenario, hasta lo que comunicas a través de tus story doings o tus distintas plataformas de comunicación. ¿Qué estoy diciendo de mi con mis propias acciones?

¿Qué si un simple video puede afectar la reputación de una empresa financiera? Lamento informarles que sí.

Cuida tu credibilidad

Las plataformas sociales corporativas normalmente las personas la siguen con un objetivo, ya sea aprendizaje, posible cliente, consume el producto, o espera información valiosa. Es una red de interacción cercana de MI SERVICIO O MI PRODUCTO y MI CLIENTE.

Si decides dar un giro de 180 grados para demostrar que haces cosas buscando ser “cool”, rompes con la finalidad y formalidad que tienen estas y empiezas a perder el interés de tus seguidores, lo que hará disminuir tu credibilidad.

Las personas podrán generarse cantidad de pensamientos, críticas y comentarios; unos en contra, otros a favor y a veces personas silentes, pero que si no paras se verá reflejado en tu impacto como marca.

Las empresas pueden subir, bajar, crecer, caer porque así son los negocios, pero un dircom no debe jamás permitir que se rompan los eslabones que sostienen una buena reputación. Es esta la que mantendrá en el tiempo la completa credibilidad de la marca y lo que hará que las personas conecten, se fidelicen y las validen positivamente.

Ibelca Mencía / forbes.do