Brigadas de autodefensa en Haití ante creciente dominio de bandas armadas
Con armas ilegales, machetes, cócteles molotov e, incluso, con botellas y trozos de maderas, jóvenes haitianos salen en brigadas, regularmente por las noches, a intentar defender las entradas de sus barrios de los sangrientos ataques de las bandas que controlan gran parte del deprimido país.
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Por lo general visten de negro y acampan en rincones estratégicos. Son jóvenes de entre 15 y 40 años, en su mayoría de sexo masculino, que quieren defenderse a sí mismos y al barrio en el que crecieron, una práctica de autodefensa que ya fue denunciada en el pasado por abusos contra civiles.
Desde el agravamiento de la crisis de seguridad en Haití, las brigadas de vigilancia han vuelto a varios barrios de Puerto Príncipe y a algunas provincias para enfrentar los ataques armados que se han multiplicado últimamente, con el resultado de muertos y heridos.
Sustituyendo a la fuerza pública
Atrincherarse con grandes contenedores o ramas de árboles, cortar completamente tramos de carretera, levantar muros… son algunas de las estrategias defensivas que se han desarrollado en los barrios constantemente amenazados por las bandas que aterrorizan el país, cuyas autoridades se muestran impotentes ante la situación.
En algunas zonas, los desconocidos no son bienvenidos. En otras, se le exige algún documento de identificación.
«Desde hace año y medio no alquilamos casas a gente que viene de otro lugar», dice a EFE un residente de una pequeña zona del valle del Bourdon, que prefiere no dar su nombre.
Según él, es para evitar que la zona se contamine. «Aquí somos una familia. No queremos extraños», añade.
Una práctica que ya ha salido mal
Las brigadas eran una práctica que existía en los barrios populares y precarios entre 1990 y 2010. En los últimos tres a cinco años, con la generalización del clima de inseguridad en todo el país, nuevos barrios situados en zonas de alto nivel han adoptado esta estrategia de autodefensa.
Según los observadores, esta práctica viola el principio de libre circulación de vidas y bienes.
«Creemos que puede llevar a cualquier cosa. La historia ya ha demostrado que en un momento dado tuvimos muchas brigadas de autodefensa. Y estas brigadas de vigilancia – poco a poco – se convirtieron en bandas armadas«, dijo a EFE la abogada Marie Rosy Auguste Ducéna, de la Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos de Haití (Rnddh).
Haití cuenta con no menos de 200 grupos armados. Muchas de estas bandas empezaron siendo grupos de vigilancia.