43 muertos y miles de familias afectadas por las inundaciones en Bolivia
El Gobierno de Bolivia ha reportado un total de 43 fallecidos y 36,155 familias entre damnificadas y afectadas debido a las persistentes lluvias e inundaciones que han azotado a los nueve departamentos del país.
Según el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, se han contabilizado 26,729 familias afectadas y 9,426 damnificadas, con 433 comunidades presentando algún grado de afectación por las intensas lluvias.
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En cuanto a las viviendas, se registran 483 afectadas y 842 totalmente destruidas, especialmente en el departamento amazónico de Pando, que ha sido declarado en desastre departamental junto con 18 municipios.
El número de víctimas mortales asciende a 43, con 2 personas desaparecidas y 5,542 familias evacuadas para prevenir riesgos por las inundaciones.
El Gobierno ha respondido enviando 231 toneladas de ayuda humanitaria a las familias afectadas y movilizando miles de militares para colaborar en las zonas más golpeadas.
Los departamentos más afectados por las lluvias son Pando y La Paz, aunque se informa que muchas familias en Cobija, la capital de Pando, están regresando gradualmente a sus hogares a medida que el nivel del río Acre disminuye.
Sin embargo, se anticipa que las lluvias continuarán en las próximas semanas, con una nueva alerta roja emitida para La Paz y Pando por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Bolivia (Senamhi), y una alerta naranja para varios otros departamentos, incluyendo Tarija, Potosí, Cochabamba, Santa Cruz y Chuquisaca.
Las lluvias han provocado hundimientos de calles, deslizamientos de tierra, arrastre de materiales y crecidas de ríos, afectando caminos vecinales y viviendas cercanas a los cursos de agua, especialmente en La Paz y Pando, donde las inundaciones han obligado a evacuar casas debido a niveles de agua que han llegado hasta los 17 metros.
La temporada de lluvias en Bolivia suele comenzar en noviembre y extenderse hasta marzo, alcanzando su punto máximo en enero y febrero. La situación actual representa un desafío significativo para el país, ya que inicia la etapa de reconstrucción y rehabilitación en áreas afectadas por las inundaciones.